sábado, 31 de enero de 2009






¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Me parece interesante proponerles asumir el reto de formular esta pregunta a todos los profesores que conocemos, desde preescolar hasta posgrado y estoy segura que sin pensarlo dos veces la respuesta (me incluyo) sería NO y hasta agregaríamos frases como ésta “el aprendizaje de ninguna manera carece de importancia y novedad, mucho menos es ordinario y común”; incluso a algunos nos parecería elemental, sencilla, obvia, fácil y hasta innecesaria la interrogante.
Sólo que la pregunta no es tan simple y la respuesta menos, un NO categórico nos compromete sobremanera ¿pasaremos la prueba?
Si nuestra postura convincente es que abordamos el aprendizaje no desde el sentido común, sino desde una visión del paradigma de la complejidad, significa que:
  1. Tenemos claro el concepto de competencia, más aun distinguimos la diferencia entre competencia operativa (propia del mundo empresarial) y competencia cognitiva (relación teoría-praxis del conocimiento).
  2. Orientamos nuestro trabajo docente a que los estudiantes desarrollen competencias, sin que esto signifique prepararlos como autómatas para ser eficientes y servir.
  3. Asumimos el compromiso de desarrollar competencias que enfaticen el aprendizaje personal construido en colaboración, como una experiencia social, que exige la comprensión holística de la realidad y donde el lenguaje juega un papel básico como herramienta mediadora entre los actores del acto educativo.
  4. Nuestra tarea va más allá de cubrir un programa de estudios, porque ahora profundizar en los temas y en sus múltiples interrelaciones en el mundo del conocimiento nos parece importante; consideramos que los aspectos históricos y sociales que rodean los contenidos que abordamos son necesarios para contextualizarlos, situarlos, aprenderlos y aplicarlos.
  5. Nuestros alumnos ejercen un papel activo siendo capaces de construir sus conocimientos (saberes, habilidades, valores, actitudes) en el momento de la acción misma, es decir, interpretan, interpolan, infieren, inventan, aplican operaciones básicas y superiores del pensamiento que les permiten satisfacer necesidades, tomar decisiones y resolver problemas.
  6. Los alumnos al aprender realizan un proceso de autoconstrucción de sí mismos, por lo que les enseñamos a analizar y reflexionar los cambios que ocurren en su persona, más allá de los contenidos programáticos.
  7. El aula en la que laboramos es un espacio horizontal de interacción de ideas, representaciones y valores donde se busca el equilibrio entre el sentido teórico-crítico y el socio-ético, privilegiando la importancia de la mediación del lenguaje y la inteligencia emocional de nuestros estudiantes, porque así establecemos contacto con lo humano de la persona.
  8. Olvidamos que el fracaso de muchos de los estudiantes es algo natural, inevitable, provocado por las deficiencias intelectuales heredadas de niveles educativos precedentes, por su falta de interés, de motivación y hasta su extracción social, etc., que los condenan a la reprobación, estancamiento o deserción escolar, y nos afanamos en encontrar soluciones y aplicarlas.
  9. Interiorizamos las enseñanzas de Rogers en cuanto a que una persona aprende significativamente aquello que percibe como vinculado con la supervivencia o desarrollo de la estructura de sí mismo, asimilando significados nuevos a los viejos reconstituyéndose como significados nuevos; siempre y cuando estén ubicados en la realidad y verdadero interés del alumno (aprendizaje situado).
  10. La confirmación de los logros de nuestros estudiantes no se reduce a un examen final de confirmación (léase repetición) de contenidos, sino de una verdadera valoración del proceso enseñanza-aprendizaje donde podamos dar cuenta, en planteamientos de Delors, de la significación de aprehender a conocer, a hacer, a convivir y a ser.
Como es preciso reportar una nota, previa valoración sincera, considere lo siguiente: Escala de medición: Cada pregunta contestada con un SI significa un acierto. Calificación máxima a obtener 10, mínima aprobatoria 6.
Beneficios: Los profesores que hayan superado la prueba y alcancen la calificación máxima de 10 adquieren el derecho automático de contestar la pregunta inicial con un NO.
Retos: Quienes estemos en el camino de alcanzar la meta, se vale replantear la pregunta haciendo gala de honestidad ¿qué estoy haciendo para que el aprendizaje de mis alumnos no sea algo tan trivial, que únicamente se observe y mida con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera? la respuesta es personal, pero el compromiso es social; lo que significa que contestándola va a implicar otra interrogante ¿qué debo hacer para cambiar mi práctica? y lo mejor: éste es el momento idóneo para trabajar en el desarrollo de ese deber ser que identifico ¡No hay mañana!












6 comentarios:

Docente Isabel Benítez dijo...

Hola Maité, realmente me llevaste a la reflexión ¿que estoy haciendo para que el aprendizaje no se convierta en algo trivial? ¿que debo de modificar en mi práctica docente para lograr el aprendizaje con mis alumnos?. Felicidades Maité siempre tus comentarios son muy acertados.

amparo dijo...

Maite:

que razón tienes debemos ser sumamente cuidadosos en responder ese cuestionamiento, amiga tus aportaciones como siempre denotan un profundo conocimiento y nos ilustran.
gracias
Amparo Herver C

Gustavo Salinas Granados dijo...

Saludos Maité, he leído tu escrito y te comento lo siguiente,

Me parece que contamos con una gran Fortaleza: nuestro trabajo es con los alumnos, y aprovechar ciento por ciento su el papel activo que pueden desempeñar permitirá guiarlos de una manera más eficiente a la adquisición de aprendizajes significativos.

Igualmente, veo una muy buena Oportunidad en el compromiso que debemos asumir al dirigir un proceso de enseñanza-aprendizaje que trascienda el mero trabajo con los contenidos y nos lleve a crear experiencias de aprendizaje colaborativo, significtaivo y vinculado con la realidad.

Edna dijo...

Querida Maite:
Quiero decirte que este trabajo tuyo ha superado con toda seguridad las expectativas de la upna al responder magníficamente una pregunta tan simple como la de ¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?. Yo pienso que quienes estructuran el contenido de esta especialidad de Competencias Docentes, bien podrían usar este material tuyo para integrarla a la programación de su currículo, en lugar de lo que a veces proponen que ademas llega a no ser claro en su exposición.
Felicidades Maite. Te mando muchos saludos:
EDNA.

M.C. Consuelo dijo...

Hola Maite. Es un gusto saludarte.
Considerando tu planteamiento en el que estoy totalmente de acuerdo contigo coincido que debemos establecer estrategias que permitan que realmente se de el aprendizaje. El proceso de Enseñanza-aprendizaje debe abordar temas relacionados con el entorno de nuestros estudiantes permitiendo con ello una experiencia vivencial en la que se adquiere el conocimiento de la realidad y compromiso con el entorno, no se debe perder de vista que la prioridad es el conocimiento y su valoración de las competencias, esto permite abordan en el programa y sus contenidos, las actividades que permitan el desarrollo de conocimientos, habilidades y experiencias, tratando de activar eficazmente los distintos dominios de aprendizaje en donde se involucran las dimensiones cognitiva, afectiva y psicomotora y describir el o los espacios en que se va a desarrollar la competencia. Su aplicación nos permitirá que el alumno se convierta en responsable de su propio aprendizaje, que asuma un papel participativo y colaborativo en el proceso a través de ciertas actividades, tome contacto con su entorno, que desarrolle su autonomía y utilice la tecnología como recurso útil para enriquecer su aprendizaje.

egmont dijo...

Hola Maité.

Me parece muy cierto el hecho de que visualizar el aprendizaje en todas sus dimensiones nos plantea un serio compromiso profesional, ético y personal. Es necesario redimensionar nuestra práctica docente a fin de darle la importancia fundamental que tiene en nuestro quehacer diario. Las nuevas tendencias educativas nos piden centrar nuestro trabajo en el aprendizaje de nuestros alumnos, de ahí la importancia de comprender y asimilar qué se entiende por aprendizaje, cómo construir los ambientes que permitan a nuestros alumnos adquirirlo, y cómo evaluarlo, evitando la costumbre de hacerlo a través de unas cuantas preguntas que reflejan de manera limitativa muy poco objetiva lo que nuestros alumnos lograron aprender. Es menester reconocer todas las dimensiones que implica a fin de propiciarlo, y saber cómo evaluarlo de manera efectiva. Recibe un saludo.

Jorge Enrique Salazar S.